top of page

Calle Velázquez Moreno, Vigo (Pontevedra),

España, año 1900.

Nuestra Historia

En 1890 nacían en Vigo, España, nuestros bisabuelos. Llegaron en barco a Argentina en 1913, cuando ya era posible preever el inicio de la primera guerra mundial, buscando la prosperidad que finalmente encontraron en estas tierras. Si bien España se mantuvo neutral durante todo el conflicto, éste tuvo importantes consecuencias económicas, sociales y políticas para el país, hasta el punto en que el desempleo produjo una gran ola inmigratoria.

Habiendo dejado atrás su familia de origen y su patria, no lograron posteriormente el reencuentro con otros familiares que tanto añoraban a causa del estallido de la guerra civil española en 1936 y posterior gobierno de facto. Habiendo llegado con las manos vacías lograron, después de varios años, formar su propia empresa. Dieron así trabajo a más de 50 familias de distintas nacionalidades, la mayoría de ellas inmigrantes europeos que habían llegado al país en busca de paz y trabajo. 

Buscando un lugar tranquilo y apacible finalmente la familia llegó a Adrogué, y enamorándose de sus numerosos árboles comenzó a residir en una casa de estilo colonial, en cuyo jardín crecía un tilo. La casa se convirtió en el punto de encuentro familiar, albergando a tres generaciones de niños que jugaban bajo el árbol. Con el paso del tiempo el árbol superó la altura de la casa, erigiéndose como su guardián y dando sus flores amarillas cada temporada, con las cuales preparábamos un delicioso té. A pesar de que nuestros abuelos ya no estén, el agradecimiento a las oportunidades que ésta tierra les dió continúa vigente y a través de las generaciones la cultura de trabajo, esfuerzo y unión se ha transmitido. Quisimos conservar la casa de nuestros abuelos, en la que nos reunimos, en la que tan felices fuimos, y darle un destino acorde a su naturaleza: la celebración.

Nuestros abuelos nos enseñaron que cada día en que estamos juntos y sin guerra, cada día de paz, merece ser celebrado. Que si estamos sentados a la sobra hoy, es porque alguien, en algún momento, plantó un árbol. En honor a nuestros abuelos y a nuestra tradición familiar es que se creó Los Tilos.

​

Bienvenidos.
bottom of page